Paul Portier College no tenía un patio que permitiera a los estudiantes refugiarse en épocas de calor o lluvia extremos. El proyecto respondió a esta necesidad.

El espacio disponible era limitado, la parte norte del patio se acondicionó para clases de educación física y deportes, el proyecto se ubicó en la parte sur, con el fin de preservar el gran sauce existente. Se buscó recrear una volumetría animada, inspirada en una conopea visible desde los pisos superiores.

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Los materiales de la fachada del edificio de la universidad son principalmente ladrillo y metal. El patio es metálico, en continuidad con los edificios existentes.

Al pie de cada poste crecen madreselvas y clemátides regadas por bajantes de agua de lluvia. En la vertiente norte (para evitar el sobrecalentamiento) el policarbonato traslúcido proporciona luz natural bajo el toldo.