Es una casa para un matrimonio con dos hijos. Entre las condiciones, un presupuesto limitado y limitaciones costosas: longitud de grandes redes y carreteras (alrededor de 300 metros), saneamiento individual porque el pueblo no tiene una red de saneamiento colectiva.

El terreno natural es muy inclinado, los anteriores propietarios habían cavado la parte inferior para hacer una plataforma para construir allí una casa, creando así un barranco. Las principales ventajas del sitio son la cima del terreno, los grandes árboles y una vista excepcional del valle de Ource, por lo que se nos ocurrió la idea de suspender la casa en este barranco artificial.

El edificio está rodeado de pinos silvestres, entre el pueblo de Verpillières-sur-Ource y los viñedos de Champaña. El edificio se extiende a una terraza que da al vacío y ofrece una vista panorámica del paisaje.

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